Toma de Peñalolén

[El 5 de julio de 1999, unas 1.700 familias ocupan un terreno de 26 hectáreas, propiedad del empresario Miguel Nasur, en la que fue la primera toma tras la dictadura. Los pobladores apelaban al acceso, localización (arraigo) y calidad de sus viviendas en la política habitacional.
En los años posteriores se producen otras tomas en Santiago. Sin embargo, debido a la represión y a la falta de garantías de una solución digna, empieza a ser una opción poco viable.

Desde 2003 se ha ido erradicando a las familias a diversas comunas, por medio de una política subsidiaria. A fecha de 2015 siguen quedando 200 familias a la espera de la entrega de dos proyectos habitacionales en Peñalolén: Los Espinos y Los Avellanos.

El consenso entre los comités, el Minvu y la municipalidad ha sido el proyecto de un parque en los terrenos del campamento, produciéndose una expropiación de los mismos y estando actualmente en proceso de construcción].

[Fotografías: Verónica Francés]

Enlaces

Información adicional

Nombre de la organización o colectivo:
Comités: “La voz de los sin casa”, “Los niños de Miguel Nasur”, “Luz y esperanza”, «Fundador», «Las Camelias», «Palena», «Las Canchas»

Ámbito de acción:
población

Participantes:
allegados,ocupantes,organizaciones de base comunitaria,ONGs,Administración Pública

Organizaciones asociadas. Apoyos políticos y sociales:
La ONG «Un Techo para Chile», el Serviu y la municipalidad de Peñalolén han participado en las negociaciones con los comités.

Modelo organizativo: 
Las familias de allegados fueron previamente avisadas puerta a puerta y organizadas en comités según sus zonas de procedencia, reuniéndose varios meses antes de efectuar la toma conjuntamente. También había 121 familias, asentadas durante las semanas previas a la toma masiva, cuya organización era autónoma.

Los comités se articulaban por comisiones: salud, educación, construcción, aseo y ornato, prensa, etc. Uno o más integrantes de cada familia tenía que participar en ellas, donde las decisiones se tomaban por votación. Los dirigentes de cada comité se coordinaban en el Colectivo Peñalolén, y se reunían semanalmente con los delegados de las comisiones y cuadrantes. La efectividad en la estrategia organizativa, comunicativa y de acción favoreció la continuidad del campamento, evitando un desalojo. Sin embargo, la larga duración del campamento, unida a diferencias en el modelo organizativo y de negociación, produjo divisiones posteriores en múltiples comités.

Los comités que continúan en el campamento se reúnen quincenal o semanalmente, poniendo en común los avances en las negociaciones con la municipalidad y el Serviu para acceder a proyectos habitacionales.

Conflictos abordados. Logros y problemáticas:
En los inicios de la toma, los comités establecieron la delimitación de los terrenos para la autoconstrucción de casas con plástico, maderos, cartón y cachureo. Las primeras semanas iniciaron el tendido eléctrico (‘colgándose’ hasta conseguir un convenio con la empresa eléctrica), agua potable y alcantarillado por sectores. Sin embargo, las 121 familias que no provenían de una organización preestablecida estuvieron mucho tiempo enganchando la luz y yendo a pedir agua y comida a la feria o vecinos del entorno. Con la verdura y agua aportadas se hacían ollas comunes.

La sensación de copertenencia en esta primera fase de autoconstrucción y autogestión de la ‘casa propia’, con una organización autónoma durante tres años, fue derivando a un sistema organizativo más normado, con subdivisiones en comités, reuniones al uso y apertura de diálogo con la institución.

En estos años las familias han ido creciendo, con un nivel de allegamiento de incluso siete núcleos viviendo en una misma casa. A pesar de tener una ‘ley interna’ cuyo incumplimiento conllevaba la amonestación o expulsión, ha habido varios sectores del campamento con vulnerabilidad y deterioro social, tráfico y consumo de drogas y violencia de género. Los propios comités han organizado talleres y capacitaciones orientados al aprendizaje, nivelación de estudios y empleo para salir de la situación de precariedad.

En 2006 se produjo la erradicación de 1.200 familias a las llamadas casas «Chuvi», mediante un subsidio de vivienda social unido a su ahorro previo, a conjuntos habitacionales de las comunas de La Florida y Peñalolén. Se dejaba atrás el modo de vida y cohesión social mantenidos tan largo tiempo: Al erradicarse a las villas se produjo una desvinculación política y pérdida de identidad colectiva, teniendo una adaptación difícil. En algunos casos las familias han llegado a vender la vivienda, volver a la situación de toma o mudarse.

Actualmente todo el sector está cercado y controlado por Carabineros de Chile. Dentro del campamento pueden verse pequeños comercios o ferias de baratijas entre los vecinos. Las casas, de madera y planchas de zinc, están muy deterioradas, con inundaciones cada vez que llueve. Los alcantarillados provisionales ya están colapsando, al estar previstos para dos años y haber familias que llevan ocho años a la espera de la entrega de sus viviendas. La promesa de traslado de estas últimas 200 familias era para 2012.

Acciones que se realizan:
marchas,tomas,negociaciones,autoconstrucciones,autogestión

Consistorial 999, Peñalolén, Santiago, Chile

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Toma de Peñalolén

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Toma de Peñalolén -33.479300, -70.545100 Relato aquí
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